‘Aquí confluyen todas las voces’: Jaime Perdomo.
Fuente Ministerio De Cultura De Colombia.
22 de septiembre de 2009
Ocaína Estéreo es la emisora comunitaria ganadora del premio a Mejor desempeño de una emisora frente a los procesos promovidos por Radios Ciudadanas. Con sede en Puerto Caicedo (Putumayo), ha movilizado durante once años a su comunidad.
Cuando las 86 mil hectáreas del municipio de Puerto Caicedo (Putumayo) se cubren de nubes y las tormentas eléctricas arrecian en la Amazonía, las antenas transmisoras de la emisora Ocaína Estéreo sufren el golpe de las violentas descargas de los rayos y resultan afectadas.
Más de una vez, después de las tempestades, los 15 miembros de la emisora han revisado el estado de los equipos, sólo para comprobar su daño permanente. Pero es entonces cuando con más fuerza sienten el apoyo de la comunidad. Los habitantes de las 69 veredas y de los 13 barrios de Puerto Caicedo organizan bazares para apoyar a Ocaína Estéreo, y les llevan gallinas, yucas, piñas y hortalizas para que el grupo de radialistas consiga los recursos y continúe emitiendo.
Así, en medio de la dificultad ha crecido durante los últimos once años la emisora ganadora en este 2009 del gran premio al Mejor desempeño de una emisora frente a los procesos promovidos por Radios Ciudadanas. Es más, desde su mismo nacimiento estuvieron marcados por la violencia y la dificultad.
El gestor de la idea fue el padre Alcides Jiménez, en 1998. Este líder pastoral, dueño de una personalidad arrolladora, concibió en ese entonces una emisora comunitaria que uniera a los 20 mil habitantes del municipio inmersos en medio del conflicto, para plantearles salidas diferentes a la violencia, y también como una forma de enfrentarse a los grupos armados que azotaban la región. Pero la muerte le cobró su osadía. Tres hombres entraron a la eucaristía que él oficiaba y le dispararon a las 6:30 p.m.
Todos bajaron la cabeza y aceptaron la imposición del silencio. Pero el peso de las ideas del Padre los motivó a seguir adelante apenas un mes después de su muerte.
Jaime Perdomo Sánchez, actual director y representante legal de Ocaína Estéreo, se reunió con los otros promotores de la idea y decidieron impulsar la emisora, que en ese entonces ya contaba con licencia pero no tenía equipos. La Bautizaron con el nombre de Ocaína, en memoria a la comunidad indígena que vivía entre los ríos Caquetá y Putumayo, arrasada durante la feroz bonanza del caucho, y con recursos propios y prestados consiguieron los equipos y actualizaron los convenios que había firmado el padre Alcides. El proyecto nació con la idea de hacer trabajo pastoral, y los que se enfrentaron al micrófono lo hicieron con el susto de meterse en algo nuevo. Pero algo más que la fe y la memoria del Padre los sacó adelante: su deseo de ayudar a la comunidad.
A través de falsos directos, y con programas como Alternativa rural, que emite de lunes a viernes de 5 a 7 p.m. y motiva al campesino a través de magazín con temas de su interés; o Promoción de artistas, que cada domingo divulga el trabajo de los artistas campesinos putumayenses, lograron calar gracias al colectivo radial La Bocana. “Le decimos así porque Bocana es el lugar en el que confluyen todos los ríos, y nosotros creamos este espacio colectivo para que confluyan indígenas, niños, adultos, ancianos, jóvenes y afrocolombianos en una sola voz”, explica Perdomo Sánchez, quien recibió el premio de manos de la ministra de Cultura Paula Marcela Moreno.
Luz Dary García, la alcaldesa de Puerto Caicedo, ratifica su labor y la exalta: “Ocaína Estéreo ha construido una posibilidad de sentir para los que no tienen una voz directa”. Jaime Conrado Juajibioy, coordinador regional de Radios Ciudadanas en Putumayo, explica por su parte las razones del éxito de la emisora: “Ellos legitiman a la comunidad. Viajan por el río, conocen a la gente, apoyan el sentir de la comunidad y la voz de las minorías, y su espacio construye ciudadanía”, anota. Y Jaime Perdomo recuerda, con orgullo: “Las ideas del Padre Alcides no han muerto. Aquí, en La Bocana, confluyen todas las voces, como él se lo propuso”.
De un debate de colegio a un premio nacional
22 de septiembre de 2009
Una historia sobre el uso de los celulares en una población del Putumayo fue premiada en la categoría de Mejor pieza radial en los Premios Nacionales de Radios Ciudadanas, entregados por el Ministerio de Cultura este 22 de septiembre.
La idea de hacer ‘el celular’, el programa que recibió mención de honor en la categoría Mejor pieza radial producida por otros sectores, nació de las llamadas urgentes que recibían los estudiantes de colegio de Puerto Caicedo en medio de las clases y de las contradictorias exigencias de los profesores, quienes les pedían apagar sus teléfonos, a pesar de que ellos sí contestaban sus celulares en horas de clase.
De aquí nació el debate y este programa titulado ‘el celular’, creado por el colectivo 'Pégate al micrófono: juventud en sintonía’, conformado por cuatro mujeres del colegio José Antonio Galán, en el municipio de Puerto Caicedo (Putumayo).
Para Danny Fernando Guerrero, quien desde hace más de cuatro años se ha desempeñado como reportero, productor y técnico empírico de la emisora Ocaína Estéreo, hacer parte de estos proyectos “es volverse la voz de los que no tienen cómo decir lo que sienten. Además, tenemos la virtud de ser gente que se dedica a la radio de forma empírica: la hacemos porque nos nace de adentro”.
El sur del país fue el gran ganador del Premio Nacional de Radios Ciudadanas 2009
22 de septiembre de 2009
Los departamentos de Putumayo, Cauca, Nariño y Huila obtuvieron la mayor cantidad de premios en todas las categorías. Norte de Santander y Chocó también obtuvieron galardones. La premiación abrió el Encuentro Nacional de Radios Ciudadanas, que irá hasta el 24 de septiembre, en Bogotá.
Bogotá, septiembre de 2009. Con la presencia de la ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata, delegados del Ministerio de Comunicaciones, la Agencia de Cooperación Internacional de los Estados Unidos (USAID) y más de 150 representantes de emisoras comunitarias, indígenas y de interés público de toda Colombia, se entregaron hoy los incentivos del Premio Nacional Radios Ciudadanas: espacios para la democracia, que resaltan las producciones radiales realizadas por los colectivos que participan en el Porgrama Radios Ciudadanas del Ministerio de Cultura.
Los ganadores en las diferentes categorías son los siguientes:
• Mejor franja radial
Ganador: Emisora Radio Libertad, del municipio de Totoró (Cauca)
Segundo lugar: Colectivo local de producción, del municipio de Ipiales (Nariño)
Tercer lugar: Colectivo local de producción, del municipio de Colón (Putumayo)
• Mejor pieza, conjunto de piezas o programa radial producido por otros sectores
Ganador: Colectivo Vereda Galán, del municipio de Villa del Rosario (Norte de Santander)
Segundo lugar: Colectivo Juvenil de Riosucio, del municipio de Riosucio (Chocó)
Mención de Honor: Colectivo ‘La Radiola Juvenil’, del municipio de Neiva (Huila)
Mención de Honor: Colectivo Juvenil de Sardinata, del municipio de Sardinata (Norte de Santander)
Mención de Honor: Colectivo Juvenil, del municipio de Puerto Caicedo (Putumayo)
• Mejor desempeño de una emisora frente a los procesos promovidos por Radios Ciudadanas
Ganador: Emisora Ocaína Stéreo, del municipio de Puerto Caicedo (Putumayo)
El Premio Nacional de Radios Ciudadanas se llevó a cabo en el Centro Cultural Gabriel García Marquez, en Bogotá, con la participación de más de 120 representantes, productores y directores de emisoras comunitarias de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Caldas, Cauca, Caquetá, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Guajira, Guaviare, Huila, Tolima, Nariño, Norte de Santander, Santander, Sucre, Putumayo, Quindío y Valle del Cauca.
El evento sirvió de apertura al Encuentro Nacional de Radios Ciudadanas, que se realizará hasta el 24 de septiembre en Bogotá, y que permite el reconocimiento de los diversos grupos locales y regionales para conocer sus formas de producción, voces y cultura en general.
Durante el encuentro se escuchará la forma en que se desarrollan las franjas y el Programa Radios Ciudadanas en cada departamento y municipio del país.
Así mismo, en el encuentro se desarrollarán talleres y conversatorios académicos, con la presencia de reconocidos exponentes del tema de medios comunitarios y literarios como Rosalía Winocour (México), Héctor Rincón, Héctor Fabio Cardona, Arturo Guerrero, Laura Restrepo e Iván Darío Chaín, entre otros.
En la actualidad, Radios Ciudadanas: espacios para la democracia cuenta con la vinculación de 165 emisoras, en igual número de municipios del país, en donde se han creado y consolidado las franjas radiales ciudadanas, una experiencia que no tiene precedentes en Colombia y que día a día se ha consolidado como un referente en comunicación comunitaria en América Latina.
Radios Ciudadanas: espacios para la democracia es un programa que coordina la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura y que busca el fortalecimiento de la democracia, la participación ciudadana y la convivencia pacífica desde la diversidad cultural, a través de la creación y consolidación de franjas de análisis y opinión en las radios comunitarias y públicas del país.
El programa cuenta con el apoyo de alcaldías, gobernaciones, operadores regionales y de entidades de cooperación como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID-Colombia), a través de su programa Áreas de Desarrollo Alternativo Municipal (ADAM), y la Fundación MSI Colombia, Programa Cimientos.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
miércoles, 16 de septiembre de 2009
EN PUERTO CAICEDO “LOS ARTISTAS DEL PUTUMAYO BRILLARON EN EL CONCURSO DE LA CANCIÓN INEDITA ALCIDES JIMENEZ”.
Durante los días 11 y 12 de septiembre del 2009 se llevó a cabo el X encuentro departamental, cultural, recreativo y ambiental “ALCIDES JIMÉNEZ” del municipio de puerto Caicedo. En este evento se realizó la exposición de productos del sector pecuario, agropecuario y micro empresarial, donde el campesino con su esfuerzo y con las recomendaciones de ALCIDES JIMÉNEZ enfocadas en una producción sana, orgánica, con el propósito de que sea auto sostenible para las familias de nuestra región, sin descuidar el respeto, el amor por la naturaleza y el medio ambiente, ésta muestra se llevó a cabo en el parque de Puerto Caicedo.
Además en otro escenario de nuestro municipio, exactamente en el aula múltiple de la Institución Educativa José Antonio Galán sede primaria y en horas de la noche se dieron cita varios solistas y grupos musicales de nuestro departamento, buscando ser los mejores del concurso de canción inédita tema libre, ALCIDES JIMÉNEZ. Con el público expectante, miradas ansiosas, visitantes, propios, grupos y solistas, jurados dispuestos a dar su fallo, y con una muestra de danzas de la región, se da por comenzada la velada de la noche.
En total fueron 9 grupos que participaron de este magno evento, municipios como: Mocoa, Villagarzón, Puerto Asís, Valle del Guamuez, San Miguel, y Puerto Caicedo, el municipio anfitrión preparados para este concurso. Orlando Salazar, Harold Chávez, Wilson Eduardo López fueron los encargados de dar el veredicto final, un jurado idóneo, con estudios superiores en música, expertos en interpretar instrumentos musicales, pertenecientes a bandas filarmónicas, docentes de universidades, participantes de talleres en el extranjero; Barcelona (España) en pocas palabras unos maestros con amplio reconocimiento y recorrido musical.
Ritmos como: balada, bambuco, merengue, reggae, bolero, rosa nova fusión. Con el acompañamiento de instrumentos, voces y melodías fueron los encargados de seducir al jurado y deleitar el gusto musical de los asistentes. El resultado no se hizo esperar y los escogidos fueron tres...
El primer lugar lo ocupó el municipio de Mocoa con el Grupo Decires y el tema “Sol Azul” de la autoría de Iván Darío Martínez.
El segundo lugar lo ocupó el municipio de Puerto Asís con el Grupo Sur Andino y el tema “Huellas” de la autoría de Luis Fernando Díaz
El tercer lugar lo ocupó el municipio de Puerto Caicedo con el solista Iván René Vallejo y el tema “Hijos De La Tierra” de la autoría de Oliver tez.
Así finalizó uno de los eventos más representativos para los caicedenses y aún queda mucho qué contar, pero esperamos que el próximo año sea usted el que esté presenciando ésta actividad.
Te esperamos!
por: Dafeguer
SI SE PUEDE.
En el 10 encuentro cultural recreativo y ambiental Alcides Jiménez quedo demostrado que los hombres y mujeres del municipio de Pto. Caicedo, están cargados de sueños y estos se ven reflejados en lo expuesto, se aprecio gran variedad en productos agrícolas, procesados y el sector pecuario no fue la acepción.
Más de 150 expositores mostraron lo mejor de su trabajo, cabe destacar que estos productos son libres de químicos, así como lo enseñaba el Padre Alcides.
Varias personas del interior del país se llevaron sus mochilas llenas de productos Amazónicos y lo más importante con muchas ganas para volver en próximas oportunidades a este el corazón verde de Putumayo.
Padre Alcides tus enseñanzas vivirán por siempre...
lunes, 7 de septiembre de 2009
un millon por un balazo, diez pesos por un dia de trabajo
La antigua ciudad griega; Esparta había sido educada para la guerra, en ella la virtud más grande del ser humano consistía en salvaguardar el honor de la patria, por eso la individualidad humana pasaba a un segundo plano, eso significaba que el estado era el dueño de la persona.
Hoy después de más de 2000. Haciendo un paralelo histórico encontramos que los gobiernos manejan y aplican la misma teoría, pero si analizamos el fondo de las cosas, descubriremos la abismal diferencia entre unos griegos con profundos valores de honorabilidad, donde entregar la vida por el estado significaba lealtad por una patria con dirigentes honorables. En Colombia por el contrario, sería un desperdicio hacerlo, puesto que aquí no se defienden valores auténticos, nacionalidad o pertenencia, sino maquinaciones e intereses mezquinos de algunos “ricos que se avergüenzan de ser colombianos” como lo escribe William Ospina, en su libro ¿y dónde está la franja amarilla?
Los nombres de las instituciones son los estandartes sobre los que se cuelgan personas, individualidades e historias; el estado es un nombre, la religión es un nombre, la familia es un nombre, así mismo la guerrilla es un nombre y el ejercito es un nombre, así que cuando se enfrentan los nombres las individualidades desaparecen, ignorando entonces por conveniencia que ambos bandos están conformados por seres humanos vecinos, familiares, amigos de nuestros pueblos colombianos, y ni siquiera por ricos colombianos, porque nunca se ha oído que un hijo de algún presidente o ministro haya muerto en calidad de soldado en algún combate, lo que si sucedía en Grecia. Por eso con toda certeza, y sin ninguna equivocación se puede decir que la guerra no es contra ciertos grupos armados, la guerra es una arremetida contra los pobres de este país, nadie ignora que a diario aumentan las filas militares. ¿No será que el hambre está obligándonos a engrosar esas filas, es decir, llevándonos a la muerte? Porque como ya se dijo, ninguna persona cuerda en este país estaría dispuesta a dar su vida por sólo discursos endulzados, mientras la realidad diaria de los pobres es cada vez más miserable.
Michel Foucault escribe que todo estado se basa en el biopoder ,es decir, que los gobiernos deciden sobre lo que debe vivir y lo que debe morir, algo así como lo que hace un agricultor con sus sembríos, él sabe cuándo debe fumigar a la plaga para exterminarla, los pobres en cierto modo son eso, una especie de plaga para el estado; sin embargo, son necesarios en cierto momento por ejemplo a la hora de las votaciones, cuando se les ha estado comprando con cualquier limosna, pero no son necesarios cuando empiezan a rebelarse, entonces se buscan pretextos para eliminarlos de muchas maneras, una de ellas es la guerra en contra de algo que supuestamente desestabiliza el orden y no permite la prosperidad.
La carnada de que un militar que ha realizado un curso de medio año esté ganando un sueldo superior a aquel profesional que ha estudiado cinco años debe tener un propósito mal intencionado.
Por Oliver Tez Rodríguez.
Puerto Caicedo, listo para el evento Alcides Jiménez
El pasado sábado 5 de septiembre en horas de la noche se realizo la eliminatoria municipal de música, Canción Inédita, Tema Libre. Esta definió los tres participantes que representarán al municipio de Puerto Caicedo en el decimo encuentro cultural recreativo y ambiental Alcides Jiménez.
Los seleccionados fueron:
Grupo - Tierra Viva – Canción - La Tierra
Solista - Iván René Toro –Canción - Hijos De La Tierra
Solista - Rubén Vallejo – Canción - Ahora que estoy vivo
Te invitamos a este encuentro con la cultura, en el corazón verde de Putumayo Puerto Caicedo, este viernes 11 y sábado 12 de septiembre de 2009.
viernes, 4 de septiembre de 2009
DECIMO ENCUENTRO DEPARTAMENTAL CULTURAL RECREATIVO Y AMBIENTAL ALCIDES JIMENEZ.
Este once de septiembre se cumplen 11 años del asesinato del insigne sacerdote Alcides Jiménez Chicangana.
La comunidad Caicedense y Putumayense lo seguimos recordando por cada una de sus enseñanzas. Y como es de costumbre todo está listo para este importante evento que muestra la mejor actividad agrícola y el procesamiento de productos de la región, además de las voces que a través de la música le cantan a la vida, la naturaleza y el amor, en el concurso Canción Inédita tema Libre. Para este último, se desarrollará el sábado 5 de septiembre, la eliminatoria municipal que definirá que grupos musicales representarán a Puerto Caicedo en el concurso final a realizarse este viernes 11 y sábado 12 de septiembre de 2009.
Desde el corazón verde de Putumayo, Puerto Caicedo, te invitamos a reencontrarte con el esfuerzo de las y los campesinos que mostrarán lo mejor de nuestra tierra y para tocar tu alma las canciones que expresan las vivencias de nuestra gente putumayense.
"No basta vivir en una comunidad para ser parte de ella, hay que conocer sus necesidades y ser parte activa en su solución". P. Alcides Jiménez.
martes, 19 de mayo de 2009
UN MARTIR LLAMADO MAESTRO
Por Oliver Tez Rodríguez
Dicen que cuando un médico se equivoca en algún procedimiento quirúrgico, lo peor que puede ocurrir es que una persona muera; de la misma manera si un abogado cometiere un error, ya por corrupción o incompetencia, un inocente iría a la cárcel o un criminal quedaría absuelto. No sucede lo mismo con el maestro, dicen que cuando un profesor se equivoca, generaciones enteras se pierden por haberle seguido. De esto se infiere pues, que la profesión del maestro es la de mayor responsabilidad, cuidado y tacto ético y por ello la más criticada, la más vituperada, la más ingrata. yo diría que así como es el número de estudiantes que asisten a diario a la escuela, es el número de críticas de las que es blanco el profesor, esto multiplicado por la mamá, el papá, los tíos, los abuelos, los vecinos y amigos del estudiante.
Todo el mundo se queja del maltrato que los profesores infringen sobre los estudiantes, se quejan de que no enseñan, se quejan del poco rendimiento académico de sus hijos, se quejan del mal comportamiento de los estudiantes, se quejan de todo.
El maestro está condenado por la sociedad y el estado a perfilarse como un ser supra humano, se le exige la beatificación o la adquisición de la aureola de los santos, negándoles el derecho a equivocarse o a cometer errores, pero también se les exige convertirse en monstruos o robots multiusos de mil ojos, de mil manos y cinco mil gargantas para que estén pendientes de 40 o 50 estudiantes simultáneamente.
El estado olvida que los maestros son personas y por ello los trata como números en sus estadísticas, y como obreros que no se encargan de personas, sino de otra clase de cosas; en sus pruebas de selección mecanicista estereotipa la individualidad, sanciona y sataniza la disertación y fuera de ello le acuña toda las desgracias que le pueden ocurrir a un estudiante que asiste a clases.
Pero el maestro de marcador y borrador, overol y botas también es puesto en el paredón ´por sus colegas de visa, de escritorio y decretos, ellos lo acusan de negligente, de la incapacidad para cuadratizar, triangulizar y rectangulizar el cerebro de sus estudiantes.
Y así con todo esto, los maestros continúan madrugando todos los días en este país de las maravillas o de la mendicidad, porque en la escuela lo están esperando aún muchos niños y jóvenes que creen todavía en ellos…
Dicen que cuando un médico se equivoca en algún procedimiento quirúrgico, lo peor que puede ocurrir es que una persona muera; de la misma manera si un abogado cometiere un error, ya por corrupción o incompetencia, un inocente iría a la cárcel o un criminal quedaría absuelto. No sucede lo mismo con el maestro, dicen que cuando un profesor se equivoca, generaciones enteras se pierden por haberle seguido. De esto se infiere pues, que la profesión del maestro es la de mayor responsabilidad, cuidado y tacto ético y por ello la más criticada, la más vituperada, la más ingrata. yo diría que así como es el número de estudiantes que asisten a diario a la escuela, es el número de críticas de las que es blanco el profesor, esto multiplicado por la mamá, el papá, los tíos, los abuelos, los vecinos y amigos del estudiante.
Todo el mundo se queja del maltrato que los profesores infringen sobre los estudiantes, se quejan de que no enseñan, se quejan del poco rendimiento académico de sus hijos, se quejan del mal comportamiento de los estudiantes, se quejan de todo.
El maestro está condenado por la sociedad y el estado a perfilarse como un ser supra humano, se le exige la beatificación o la adquisición de la aureola de los santos, negándoles el derecho a equivocarse o a cometer errores, pero también se les exige convertirse en monstruos o robots multiusos de mil ojos, de mil manos y cinco mil gargantas para que estén pendientes de 40 o 50 estudiantes simultáneamente.
El estado olvida que los maestros son personas y por ello los trata como números en sus estadísticas, y como obreros que no se encargan de personas, sino de otra clase de cosas; en sus pruebas de selección mecanicista estereotipa la individualidad, sanciona y sataniza la disertación y fuera de ello le acuña toda las desgracias que le pueden ocurrir a un estudiante que asiste a clases.
Pero el maestro de marcador y borrador, overol y botas también es puesto en el paredón ´por sus colegas de visa, de escritorio y decretos, ellos lo acusan de negligente, de la incapacidad para cuadratizar, triangulizar y rectangulizar el cerebro de sus estudiantes.
Y así con todo esto, los maestros continúan madrugando todos los días en este país de las maravillas o de la mendicidad, porque en la escuela lo están esperando aún muchos niños y jóvenes que creen todavía en ellos…
viernes, 20 de marzo de 2009
¿LOS PUTUMAYENSES TENEMOS PLATO TÍPICO?
Por Oliver Tez Rodríguez
Colombia posee una muy exquisita y variada gastronomía. Si se hace un somero recorrido por su geografía, por ejemplo: Nariño tiene su cuy, los llanos tienen la mamona, Bogotá tiene su changua, la costa tiene el arroz con coco, el valle tiene su pan de bono y está también la bandeja paisa y el tamal tolimense, ahora si se continuara un exhaustivo listado llegaría el momento en que se tendría ineludiblemente que preguntar por el plato típico del putumayo, y entonces la respuesta automática quizá podría ser: los platos típicos del putumayo son la chicha, la chocula[1], el chontaduro, el chiro[2]; sin embargo, Estos alimentos tradicionales y de hecho autóctonos, no son platos que se sirven a diario en la mesa de los putumayenses, que se podría comenzar a prepararlos vaya y venga, pero no se lo hace muy a menudo, no hay que decir mentiras.
Entonces, ¿no tenemos un plato que nos identifique? Si lo tenemos, hay que decir incluso que su nombre es onomatopéyico, es decir, suena como cuando se lo está preparando porque se prepara tacando el plátano con una piedra hasta molerlo y luego se lo sazona. “Tacacho” es una palabra indígena que significa plátano tacado o majado y fue aprendida o asimilada por quienes llegaron a esta región y hoy es común escucharla entre los putumayenses nativos y colonos.
No existe un sólo putumayense auténtico que no haya probado una porción de plátano muy bien preparada y complementada con queso, chicharon de animal de cacería o presa de gallina criolla y su consomé, pues eso es el “tacacho”. De tal modo que este plato de la selva no lo regodearían, ni los bogotanos, ni los llaneros, ni los guajiros, ni los tolimenses, ni los nariñenses, ni los paisas, ni los costeños; ni nadie que tenga buen paladar.
Queda claro que el plato típico del putumayo es el “tacacho” y no podemos avergonzarnos de ello, sino hacerlo conocer en Colombia y el mundo.
Pienso que en los restaurantes de nuestros pueblos putumayenses se debería comenzar a preparar “tacachos” y dejar ya de decir que no tenemos plato típico, de seguro que muchos en este momento escuchando este programa saborean un delicioso “tacacho” servido en su comedor.
[1] Fresco de plátano sin licuar
[1] Especie de banano muy pequeña
Colombia posee una muy exquisita y variada gastronomía. Si se hace un somero recorrido por su geografía, por ejemplo: Nariño tiene su cuy, los llanos tienen la mamona, Bogotá tiene su changua, la costa tiene el arroz con coco, el valle tiene su pan de bono y está también la bandeja paisa y el tamal tolimense, ahora si se continuara un exhaustivo listado llegaría el momento en que se tendría ineludiblemente que preguntar por el plato típico del putumayo, y entonces la respuesta automática quizá podría ser: los platos típicos del putumayo son la chicha, la chocula[1], el chontaduro, el chiro[2]; sin embargo, Estos alimentos tradicionales y de hecho autóctonos, no son platos que se sirven a diario en la mesa de los putumayenses, que se podría comenzar a prepararlos vaya y venga, pero no se lo hace muy a menudo, no hay que decir mentiras.
Entonces, ¿no tenemos un plato que nos identifique? Si lo tenemos, hay que decir incluso que su nombre es onomatopéyico, es decir, suena como cuando se lo está preparando porque se prepara tacando el plátano con una piedra hasta molerlo y luego se lo sazona. “Tacacho” es una palabra indígena que significa plátano tacado o majado y fue aprendida o asimilada por quienes llegaron a esta región y hoy es común escucharla entre los putumayenses nativos y colonos.
No existe un sólo putumayense auténtico que no haya probado una porción de plátano muy bien preparada y complementada con queso, chicharon de animal de cacería o presa de gallina criolla y su consomé, pues eso es el “tacacho”. De tal modo que este plato de la selva no lo regodearían, ni los bogotanos, ni los llaneros, ni los guajiros, ni los tolimenses, ni los nariñenses, ni los paisas, ni los costeños; ni nadie que tenga buen paladar.
Queda claro que el plato típico del putumayo es el “tacacho” y no podemos avergonzarnos de ello, sino hacerlo conocer en Colombia y el mundo.
Pienso que en los restaurantes de nuestros pueblos putumayenses se debería comenzar a preparar “tacachos” y dejar ya de decir que no tenemos plato típico, de seguro que muchos en este momento escuchando este programa saborean un delicioso “tacacho” servido en su comedor.
[1] Fresco de plátano sin licuar
[1] Especie de banano muy pequeña
martes, 10 de marzo de 2009
OCAINA DESDE LOS ALPES ORIENTALES.
El equipo de Ocaina estéreo se dirigió al Cabildo Alpes Orientales, donde la gran idea era grabar el programa Alternativa Rural y así fue, pues hubo masiva participación para el mismo.
Además les cuento que nos integramos con la comunidad, estuvo buenísimo, trabajamos, jugamos y hasta bailamos.
De verdad esta gente es maravillosa, nos atendieron rebien. A y se me olvidaba el partidito lo ganamos 5 a 4.
Es que conocer a Pto. Caicedo, es una aventura, que muchos quisieran vivir.
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